CASTILLO DE NAIPES

No causó sorpresa la destitución de Pedro Castillo de la Presidencia del Perú, "El Lula del Campo"; gobernó durante 17 meses caóticos y ahora se encuentra detenido.

La crisis permanente en la que se vio envuelta su gestión, fue originada por falta de una visión congruente con su plataforma política. El ahora, expresidente, coqueteó con todas las fracciones: sindicalistas, izquierdistas, radicales, conservadores y obvio, nunca hubo congruencia en el Congreso, lo que originó varios cambios de gabinete y tres intentos de Golpe de Estado.

"El hombre del sombrero de paja", fue un campesino, maestro rural y sindicalista y prometió: "No más pobres en un país rico".

Tras su renuncia a Perú Libre, partido político que lo llevó al poder, Pedro Castillo se enfrentó a una izquierda que lo acusa de traicionar sus promesas y una derecha que buscaba alejarlo del poder.

Su peor pecado fue sumir en un caos político a Perú, tras disolver el Congreso e instaurar un gobierno de excepción que, según el expresidente, gobernaría a través de decretos de Ley, hasta que un nuevo Parlamento con poderes constitucionales elaborara una nueva Constitución. Es una nueva tentación de la izquierda: arribar al poder y luego, luego convocar un nuevo Parlamento y una nueva Constitución.

Este Presidente no respetó convenios, acuerdos y se lanzó a dar fortaleza jurídica a su ideología que obedecía al Foro de Sao Paulo, que exige a sus adherentes, modificar las Constituciones nacionales para eternizarse en el poder... Lula sabe mucho de eso, ya que, junto a Fidel Castro, crearon ese foro para llegar y sostenerse en el poder.

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