EL SAINETE POR EL TERRITORIO

Ya van aflorando los verdaderos motivos de las guerras que se están librando en Europa del Este y el Medio Oriente.

Todos los líderes de las naciones involucradas en estos conflictos aparentan un elevado sentido nacionalista y un compromiso mayúsculo con "la Seguridad nacional".

Por su parte, el líder de la Federación Rusa, Vladimir Putin, alega las violaciones a los Acuerdos de Minsk y un rencor crónico contra todo lo ruso, al grado de prohibir hasta el idioma ruso en una franja de las República populares de Donetsk y Lugansk, que, fueron anexadas y reconocidas por Rusia; por lo que se consideran liberadas.

En este caso, hay que recordar que el hijo del presidente Biden, de nombre Hunter, trabajaba en Ucrania como socio en las empresas estatales de gas conocida como Burisma, y lo que realmente hacía eran forrarse de billetes. Por su parte, Zelenski siempre se sintió seguro y apoyado por Occidente (OTAN) por los acuerdos hechos en lo oscuro. Lo que se juega aquí, es el ingreso económico que pagaba Rusia por cruzar hacia Europa sus combustibles.

La "rusofobia" de Zelenski es de larga data ya que él es judío jázaro y los rusos son eslavos; de lo que se concluye que el odio que profesa a los eslavos es por la destrucción de su imperio en el pasado. El que haya llegado al poder en Ucrania fue por los movimientos de otra "revolución de colores" que promovió Soros y Hillary Clinton contra el presidente ucraniano Petró Poroshenko, que fue echado del poder.

Los reclamos de la Federación Rusa por el hostigamiento a las Repúblicas populares desataron la "Operación Militar Especial", la cual no vieron venir. Esta acción por parte de Vladímir Putin, puso en jaque a los enormes negocios que hacían Zelenski, Hunter Biden y Black Rock; y también el enriquecimiento descomunal de todos ellos.

Rusia se dio cuenta de que estaban vendiendo a Ucrania al mejor postor: no sólo por el trigo y la energía de paso, sino por la ubicación estratégica de Ucrania, para de ahí atacar Rusia que siempre ha sido envidiada por sus enormes recursos naturales.

Sabemos que la OTAN sólo protege los intereses de la élite estadounidense en Europa, y mantiene a raya a Rusia con su política expansionista. En resumen, toda esta guerra en el territorio de Europa del Este es por los recursos naturales y su posición estratégica.

En esta lucha sin cuartel, no se dan tregua "hasta que quede solo uno como triunfador". Si gana Rusia, se queda con los grandes yacimientos de litio, ya comprometidos con Elon Musk, y que ahora están en territorio liberado: controlarían el gas, los granos y el petróleo en Europa y vencería a un enemigo que siempre fue apoyado por el gobierno de los demócratas de EE.UU.

De lo contrario, si gana Ucrania, sería el fin de la Federación Rusa, ya que Ucrania sería la "base estratégica para proteger al mundo de Rusia", atacándola y fragmentando el enorme territorio en cinco o seis repúblicas al servicio de la élite norteamericana.

Y como se puso de moda eso de "reclamar territorios", ahora Trump no se midió y, antes de tomar posesión, reclama: Groenlandia por seguridad nacional, Canadá por seguridad nacional, Panamá por reclamo histórico y México por seguridad nacional.

Israel, por su parte, reclama y toma posesión de Gaza por los grandes yacimientos de gas en su territorio; parte de Siria para formar el Gran Israel y, posiblemente Turquía, para no repartir.

Rusia no se queda atrás y está por reclamar Alaska; y está de acuerdo en que México reclame el territorio perdido en 1848 en su guerra contra Estados Unidos.

La mirada altruista de dichos reclamos, son un engaño para apropiarse de los recursos naturales de los países más débiles, y formar los dos grandes bloques que dominaran al mundo.

¡Total … puro dinero y poder! … Sus logias no se ponen de acuerdo.

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