¿EL SEXO DÉBIL?
¿EL SEXO DÉBIL?
Eso del "sexo débil", es un sambenito que se ha impuesto a la mujer en general, sin tomar en cuenta que la fuerza, no sólo se mide muscularmente, sino en la entereza de muchas mujeres para soportar los vaivenes de la vida, algunos de los cuales son de tal naturaleza, que difícilmente el hombre los soporta. Con esto quiero decir que Dios creó a la mujer con una psique todo terreno.
Decía Víctor Hugo que la mujer… "es de vidrio para llorar" y el hombre, "es de bronce para resistir". El hombre construye murallas, ara la tierra, soporta el hambre y el rigor del frío y del calor, piensa y encuentra el origen del intelecto, escala las estrellas y profundiza en el átomo. La mujer, en cambio, no construye murallas ni se remonta a las estrellas… pero es la inspiración para que el hombre haga proezas. Con un toque de sus dedos, desarma al bravucón y amansa el temperamento de las fieras. En fin, el hombre es la fuerza y la mujer la delicadeza, en un mundo que se rebela a su propia naturaleza. La mujer no debe imitar al hombre porque le responderán con violencia. Ni el hombre adornarse con las galas femeninas, porque se resbala con los tacones.
Como que el mundo no entiende que hombre y mujer no son iguales, son complementarios que solo juntos forman un escudo de tal manera, que todas las vicisitudes se rechazan.
En realidad, hombre y mujer, cada uno por su lado, es débil, pero juntos, son fortaleza. Es por eso que la célula primigenia de cualquier sociedad es la familia. Dice la Escritura: cada quien por su lado es vulnerable; juntos son legión.
Las nuevas ideologías quieren destruir esta fortaleza de la Civilización Cristiana Occidental; quieren cambiar la esencia misma del ser, para robotizar y hacer de cada ser humano una caricatura títere de los intereses globales.
La mujer, ¡mujer!, y el hombre, ¡hombre! Todas las demás concepciones del ser humano son sólo fantasías globalistas de sectarios y ambiciosos. Por lo pronto, han puesto en jaque a la civilización y la cultura.
¡Alerta, señores y señoras! Deben volver a la unidad, si no, serán desplazados por un humanoide de artificial inteligencia… pero que no sangra. Por eso, la estirpe humana debe conservarse a pesar de la sangre derramada.
¡Basta de mediocridad de género! Esto sólo existe en la imaginación. Lo demás, son un monstruo social que debe ser extirpado y desechado de una sana sociedad.
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