¿ERES UN ADICTO?

¿ERES UN ADICTO?
Esta pregunta es muy abierta y te preguntarás: ¿adicto yo?… ¿y
a qué?
En esto de las adicciones, la mayoría de las personas lo entienden como "drogas", pero hay más adicciones que pueden hacerse en nuestro diario vivir. Para los jóvenes, se entiende como: "aguas con las drogas", y explican el daño que causan. Estamos hablando de adictos declarados a las drogas. Pero puede haber adicción en todo aquello que se sobre usa. Por ejemplo, a la sal, al azúcar, etc. Luego, vienen adicciones superiores que afectan la cordura, como las drogas en general.
Hay que subrayar, por cierto, el cuidado que se debe tener ante las drogas de diseño, es decir, aquéllas que aceleran la adicción. El tabaco y el alcohol quedan como adicciones infantiles comparadas, por ejemplo, con el fentanilo, que acelera la adicción y te lleva a la tumba más rápido. Ésta, en especial, es de la que se queja el presidente Trump contra México. Lo cierto es que la droga viene de China, se "cocina" en México y se distribuye. Esta droga no sólo causa adicción, sino que destruye el cerebro en poco tiempo… es la droga de los "zombies".
Otra adicción muy común, sin duda, es el smartphone, esa cajita mágica que nos comunica, nos distrae, nos informa, pero, a la vez, nos aleja con preocupación de las verdaderas relaciones humanas que son de tú a tú.
Ni que hablar de los juegos de video que se conciertan en línea. No es propio sólo de los jóvenes sino también de los mayores. ¡Es pura droga digital! A los consumidores, el mundo real les parece pequeño; quieren, cada vez, más acción en el juego de la fantasía, sustrayéndose de la realidad. Ya pasó el tiempo en que las adicciones se centraban en un álbum de cartitas y que se intercambiaban cotidianamente.
Otra adicción muy actual es la de la "cocina de autor", donde se paladean las fantásticas recetas inesperadas de un artista del gusto. Todo mundo hace fila y reservas para paladear semejantes ocurrencias, sensibilizando el gusto a sabores más sofisticados. Lo negativo de esto es que no son baratos.
Entre los miles de adicciones, existe una insospechada, como la de leer malos o inútiles libros, o el de obsesionarse en un único tema. El conocimiento no es un mono alimento, sino todo un menú para saborear diferentes experiencias. Claro, ¡qué bueno que se tuviera la adicción de la lectura de los buenos libros!
No olvidemos que cualquier costumbre del consumo sin freno ni murallas, conducen inevitablemente a una adicción.
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