ANTE LA IRA Y ODIO CONTESTEMOS CON UNIDAD
Los verdaderos demócratas comienzan por reconocer la existencia del "otro", del que piensa diferente, del disiente, y le reconoce sus derechos porque al hacerlo garantiza que los suyos sean respetados. Un verdadero gobierno demócrata debe defender, con verdadera convicción, la igualdad de todos ante la ley, gobernar para todos, buscando la unidad en la diversidad. La mejor campaña política es hacer un gobierno de leyes y de respeto a las instituciones que le dan sustento a un país de libertades.
Con un sentimiento de desilusión, coraje, tristeza y profunda desconfianza observamos el comportamiento del titular del Poder Ejecutivo Nacional, sus prédicas mañaneras de división, descalificación, de calumnias, de sus "otros datos", de ataques inmisericordes contra sus opositores y hasta ver en los padres de niños con cáncer, -por la ya crónica falta de medicinas-, promotores de golpes de estado. Una verdadera desgracia para nuestro país, miente sin rubor, eso sí, con mucho aplomo.
Quien dude que tenemos un aspirante a dictador basta ver cómo su bandera de luchar contra la corrupción, la ha torcido a sus intereses políticos, dando rienda suelta sus profundos rencores, acumulados en su larguísima trayectoria de eterno aspirante al poder. De no tolerar crítica alguna y menos de sus más cercanos colaboradores, de los que, por cierto, prefiere noventa por ciento de lealtad y diez por ciento de capacidad. Ataca, con todo su poder de Jefe de Estado, a todos los que no se le someten, empresarios, académicos, periodistas y, de la misma manera, a instituciones que le estorban.
No se requiere de gran saber del comportamiento humano para hacer un diagnóstico, con alto grado de certeza, de quién es el verdadero Andrés Manuel López Obrador, el tabasqueño de Macuspana, un hombre soberbio con un apetito insaciable de poder, proclive a recibir lisonjas y sometimiento incondicional, desconfiado de los hombres y mujeres inteligentes y con carácter; contradecirlo es saber que caerás de su gracia, si es que un día estuviste cerca de él. Ricardo Monreal, Carmen Aristegui y otros tantos funcionarios que le renunciaron por lo anteriormente dicho.
Lo acontecido después de que Carlos Loret diera a conocer en un reportaje de Latinus y gracias a la investigación de la asociación "Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad", el estilo de vida, de super lujo, de su hijo mayor, que va en contra de toda la prédica de austeridad, de una vida sin aspiraciones, de un par de zapatitos y ya. El Sr. Presidente se sintió desnudo y exhibido; todo lo predicado se le cayó. Pero cómo buen aspirante a dictador, salió a relucir tal característica en toda su dimensión; con toda su furia se lanza contra el mensajero, no corrige a su hijo, ataca al periodista, lo acusa de golpeador. Desde la máxima tribuna y con mal humor mal disimulado solicita y a la vez muestra su estrategia: que se hagan públicos los ingresos de Loret, que su hijo es inocente a priori, y que el culpable es el mensajero.
De no unirnos como pueblo, de permanecer pasivos, de seguir tolerando todo tipo de locuras de AMLO, nos haremos cómplices de lo que muchos vemos venir para nuestro país: una dictadura al estilo castrista y/o chavista. Las bases las está poniendo o, mejor dicho, las bases de la democracia, aún imperfectas, las está destruyendo con singular esmero; el ejemplo perfecto para el caso es el INE. Les propongo que reaccionemos ante los ataques que cualquier institución, persona, empresa, universidad etc. sufra de parte del Señor Presidente o de la 4T en general. O defendemos con valentía las libertades que hoy tenemos y que tanto nos ha costado ir conquistando o veremos a nuestro país caer en las manos de una camarilla, dispuestos a aplaudir a rabiar a su inmaculado líder; veremos la igualdad que tanto predican los comunistas; "por fin somos libres e iguales", nos tratarán de hacer creer, pero en realidad será una igualdad en la miseria y una libertad en los predicados del dictador.
16 de febrero de 2022