DANIEL ORTEGA Y ROSARIO MURILLO DICTADORES GRADUADOS CON HONORES

Poco, muy poco, los medios de comunicación informan de lo que acontece en la hermana República de Nicaragua. La dupla de dictadores, Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha continuado con su carrera desbocada para lograr establecer un control absoluto sobre todos los nicaragüenses, y como omnipresentes, dominar a todo cuanto se mueve en la vida cotidiana del país.
La ambición de poder y riqueza de la familia imperial, Ortega-Murillo, no tiene límites. Como dicen en mi rancho, "no tienen llenadera"; controlan todos los órganos de poder del Estado, el Ejército, la economía, la prensa, los aparatos de inteligencia y de represión; estos, por cierto, siempre están muy activos ejecutando las órdenes de "Chayito" de perseguir a opositores reales, o por mera sospecha, hasta los de casa.
Mucho tenemos que decir al respecto de las persecuciones, pero en este pequeño escrito trataremos exclusivamente del sufrimiento que está pasando la Iglesia Católica por los constantes ataques, despiadados y sin miramientos, por indicaciones de la dupla perversa, Daniel y Rosario. Este comportamiento los gradúa como dictadores ¡y con mención honorífica¡ Pocas instituciones, otrora libres, han sufrido tal grado de vejación como los católicos, restringidos sus derechos de profesar su Fe.
Los datos duros del presente escrito los tomamos de la periodista nicaragüense, Martha Patricia Molina, quien vive en el exilio por obvias razones. Ella se ha dedicado a dar seguimiento a la serie de atrocidades del régimen contra los fieles católicos y sus Obispos, Sacerdotes, Monjas, y asociaciones religiosas en general, a la que le han arrebatado sus derechos básicos por un par de dementes ambiciosos.
Molina nos proporciona el dato que, fue a partir del año del 2018 cuando comienza la persecución, que no ha cesado, sino que ha ido de menos a más: son 266 religiosos expulsados, desterrados y que muchos de ellos viven en el exilio porque les fue quitada su nacionalidad. La Orden de las Clarisas se disolvió voluntariamente, para evitar que les fueran confiscados sus bienes. Las Misioneras de la Caridad, orden fundada por la Madre Teresa de Calcuta, se vieron obligadas a exiliarse en Costa Rica.
Persiguieron, hasta extinguirlos a 1277 organismos religiosos; sus bienes han sido expropiados, se han apropiado de una riqueza incalculable, por ser arte religioso centenario, y de muchos artículos propios para los oficios religiosos católicos. La misma suerte han tenido edificios, casas y otros bienes, que ahora son instalaciones de algún ministerio gubernamental.
El Grupo de Expertos de Derechos Humanos Sobre Nicaragua (GEDHSN) de la ONU, también ha estado documentando todos los atropellos cometidos por el "decadente" y la "dominante" Daniel y Rosario, quienes ya están preparando la sucesión para alguno de sus hijos. "La familia real" debe continuar, no en vano se han sacrificado en bien del pueblo; que vivan en la opulencia y como dueños de todo el país son pequeñeces magnificadas por los enemigos del pueblo. Clásico comportamiento de las dictaduras consumadas.
Una explicación de buena fe, del porqué los medios de comunicación han dejado de publicar estas noticias es por que ya no es novedad y el lector ya está cansado de lo mismo y le resulta repetitivo estar leyendo las mismas noticias, acerca de las arbitrariedades de los "luchadores sociales" que con el pequeño defecto de ser inmensamente ambiciosos a tal grado de tener a todos los Hermanos Nicas, sometidos a sus caprichos.
Un ejemplo de tal olvido de los medios de comunicación es el caso del Sacerdote de 80 años, Frutos Valle, de tener más de seis meses de arresto domiciliario.
Nos unimos en oración al pueblo hermano nicaragüense para que, en un tiempo breve, recuperen lo que por derecho natural les corresponde: poder practicar su religión sin correr ningún tipo de represión.