DEMOCRACIA DE UTILERÍA III
En el siglo pasado los grupos de izquierda de América Latina y de todo el mundo, buscaban el poder por la vía de la violencia; su estrategia de lucha era la guerrilla, urbana y rural, sembrar el terror en la sociedad con secuestros y asesinatos de personajes de la vida política, empresarial o de la sociedad en general, atentados a las vías de comunicación, etc. Todo ello encaminado a intimidar y provocar a las fuerzas del orden público y a los gobiernos respectivos esperando dos cosas: la entrega del poder o represalias y hacerse pasar como víctimas de un régimen sin sentido social. Como siempre para ellos, los grupos de izquierda, los fines justificaban los medios; para ellos era lícito asesinar, robar, destruir, pues buscaban "redimir al pueblo", y "acabar con los opresores". Por supuesto que existía todo un entramado de intelectuales, de izquierda claro está, medios de comunicación que cantaban loas a mártires de la lucha socialista comunista.
Esos medios se encargaban, además, de darles un aire de romanticismo. Como medio publicitario de un producto capitalista, publicitaban, alababan y encarnaban en tal o cual personaje al luchador social, con un perfil "puro e inmaculado", hombre o mujer de pueblo, sin interés mundano alguno, es más eran, espíritus puros que no comían y menos iban al baño, entregados totalmente a su ideal. El ejemplo más acabado hasta la fecha, de lo antes dicho, sigue siendo el argentino Ernesto "Che" Guevara. Claro que omiten y tratan de borrar su personalidad de asesino brutal y despiadado represor de todo aquel considerado enemigo de la Revolución Cubana. Fidel castro lo conocía y no es casualidad que le haya nombrado encargado de la "Fortaleza de la Cabaña" para que hiciera una limpia de los opositores del naciente régimen comunista.
Tal era el camino que proponían los grupos guerrilleros para hacerse del poder. Las diferentes intentonas en diferentes países de Latinoamérica fueron un fracaso, en Argentina, Bolivia, Nicaragua, Guatemala, etc. El financiamiento proveniente de la URSS, vía Cuba, les permitía formar y radicalizar a grupos que se nutrían del sector estudiantil, obrero y campesino, siempre animados y defendidos por intelectuales infiltrados en universidades, sindicatos, medios de comunicación masiva etc. A cada fracaso, una nueva envestida; el financiamiento era inagotable.
Pero sucedió lo inimaginable para muchos: la URSS se desmorona, los flujos de dinero dejan de llegar, hasta el mismo gobierno cubano resiente la falta del dinero Soviético y entra en una crisis. "periodo especial" le llamaron, que desnuda las deficiencias del gobierno cubano, incapaz de producir lo indispensable para el pueblo, cosechas de azúcar magras con unos cuantos productos por exportar, les resultan insuficientes. El producto que más les redituaba, era exportar la revolución, ¡ya no hay quien se los pague! Claro que, como siempre el odiado imperio es el culpable, el que conspira para acabar con la "heroica revolución", el hambre y las necesidades en general que sufre el pueblo, es una ofrenda del mismo por sus líderes, siempre dispuestos a buscar culpables para mantener "limpia, pura e inmaculada" la hambrienta Revolución.
La situación de carencias económicas los obliga a buscar otros caminos para hacerse del poder, nuevos caminos mismos fines. Al no tener más alternativas entran en el juego de la democracia, no por convencimiento, claro que no; es táctica, mera adaptación a las circunstancias de los tiempos. La competencia por el poder a través de los partidos, en un juego democrático, les plantea otras actitudes a los líderes de la izquierda, pero pronto se adaptan y ahora los vemos formando partidos políticos y participar en los procesos democráticos, mostrándose siempre como los redentores del pueblo, agraviado muchas veces por los políticos en turno. Con discursos de redentores, de honestos e incorruptibles, logran el apoyo del pueblo y, ganado el poder, ya es otra cosa. Su capacidad de engaño vuelve a mostrarse en toda su magnitud, su vocación de dictadores no tarda en salir a relucir, sus convicciones de autócratas no las pueden ocultar; lo peor es que no les interesa, es más, hasta lo presumen.
El Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla son los nuevos organismos que van marcando la agenda, las directrices, de los diferentes partidos políticos ideológicamente afines de toda América Latina. El impulso a la competencia democrática para hacerse del poder es manifiesta, aunque sus fines de eternizarse en el poder, también. Venezuela y Nicaragua son los ejemplos más acabados; Bolivia, Colombia y México son candidatos para convertirse en dictaduras; Brasil, Chile y Guatemala, parece ser que van a la zaga en este proceso. Perú y Argentina, por el momento, han salido del peligro. De cualquier forma, hay un común denominador: de Cuba salen los ideólogos, expertos en reprimir al pueblo y los grupos de inteligencia para espiar a todos los "enemigos del pueblo", acusándolos falsamente de estar al servicio del imperio y organizar atentados contra los miembros destacados de la nomenclatura.
Su capacidad camaleónica la han perfeccionado y la democracia la han convertido en un instrumento más de toma del poder para establecer dictaduras, en las que se sienten plenamente realizados los líderes socialistas y comunistas.