DÍAZ-CANEL, ¡QUE POCA…!
La crisis multifacética de Cuba es crónica y sigue en aumento: carestía general, batalla del día a día para conseguir algo para llevarse a la boca, poca medicina, los sueldos miserables desde profesionistas hasta los trabajadores no especializados, y los precios por las nubes de los escasos productos que se pueden conseguir y sólo en las tiendas "Monda de Libre Cambio" (MLC), que son unos establecimientos ideados por el régimen para los turistas; y los cubanos, que tengan tarjetas de débito en dólares o euros. Además siempre las maneja el todopoderoso ejército, y reiteramos hasta en estas tiendas escasean los productos básicos.
El ciudadano de a pie se ha acostumbrado a vivir con poco, apenas para sobrevivir. Son unos pocos, la alta burocracia, el establishment, los que viven en la abundancia, ajenos e indolentes al sufrimiento extremo del pueblo cubano. Ni la crisis del llamado "periodo especial" de los años noventa fue tan terrible como el que se vive actualmente. Como ya lo hemos mencionado, a las necesidades básicas se agregan los cortes de energía eléctrica todos los días, y en aumento. Este problema no lo ha podido resolver el gobierno. Pues quiere a la fuerza seguir generando electricidad con plantas viejas y sin el debido mantenimiento por falta de un programa profesional de reparaciones preventivas.
Otro problema es la falta de combustible. Se estima que hasta 70 centrales de diferente capacidad de generación eléctrica están fuera de servicio por esta causa; hasta la planta que le rentan a Turquía está fuera de servicio. El clímax de la crisis estalló el 18 de octubre pasado: durante 72 horas todo el país estuvo a oscuras; los pocos alimentos que tenían las familias se les echaron a perder irremediablemente, se suspendieron trabajos, clases, labores burocráticas; en pocas palabras, se paralizó el país por completo. Como siempre el Gobierno salió a culpar a su "villano favorito": todo es culpa del bloqueo del maldito imperio gringo.
Esta excusa dada al pueblo para escudarse y evadir su responsabilidad le dio resultado a la dictadura durante mucho tiempo, pero cada día, son menos los cubanos que la creen, aunque fingen para evitar problemas con el Gobierno. Gran parte del pueblo ha estado saliendo a manifestarse por las noches en diferentes partes de la isla, hasta en la misma Habana, que es la ciudad más vigilada por todos los cuerpos represores de la dictadura. Canel-Díaz ha tenido que enfrentar los reclamos ciudadanos, quienes, arriesgando su integridad física, le reclaman en su cara. Hechos inéditos, paradigmáticos.
Y como si fuera poco, el Huracán "Oscar" entró a tierra por el oriente del país, por Guantánamo y sus alrededores: San Antonio del Sur, Imias, Baracoa y Maisí, municipios que quedaron muy dañados en su infraestructura y lo mismo en los campos de cultivos de región. Como siempre, las "altas autoridades", "los manda más" se hicieron presentes y movilizaron maquinaria y toda la parafernalia estatal para la foto y darles material a los periodistas oficialistas y a los escasos medios internacionales. Después de la retirada de la alta burocracia y los medios, los pobladores han tenido que valerse por sí mismos. Ahora sí que les "llueve sobre lo mojado". No es necesario ser un experto para concluir que a toda esa gente se le multiplicarán sus ya pasados problemas.
Es inconcebible que el régimen siga invirtiendo en la infraestructura turística de la isla, (por cierto, venida a menos desde la crisis de la pandemia), en lugar de invertir para resolver las necesidades apremiantes del pueblo. El ejército, quien es el dueño de toda la industria turística está ávido del tan odiado dólar.
Corren rumores acerca de que hay un sector del verdadero poder que está pensando en sacrificar al Presidente Miguel Díaz-Canel para calmar el descontento de los cubanos. Hacerlo responsable de la crisis significa que su vida de fusible se acerca a su final, y sustituirlo con otro mientras logran calmar el enojo del pueblo. Ya veremos, pero que van a seguir en el poder cueste lo que cueste, estamos seguros. Reprimir, encarcelar y hasta eliminar es lo que mejor saben hacer, y el arma infalible para seguir "sacrificándose" por el pueblo.