Los “países modelo” que propone el Foro de Davos y el Informe geopolítico de Soros en Munich
El magnate financiero George Soros, de 92 años, fundador de la influyente Open Society Foundation, participó de la Conferencia de Seguridad realizada en Munich, en donde analizó la situación geopolítica del mundo, a la que definió como de una "lucha por la dominación global" entre "dos sistemas de gobierno". Vale la pena analizar estas declaraciones del 16 de febrero de 2023, en relación a los proyectos de ingeniería social que viene desplegando el Foro de Davos. En particular, nos ceñiremos a los "8 países de emisiones netas cero" que el organismo fundado por Klaus Schwab presenta como modelo para el resto del mundo. Los discursos de Soros deben entenderse dentro de este marco y esta agenda de largo plazo, la que, a su manera, ha institucionalizado las Naciones Unidas bajo los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ya tristemente célebre Agenda 2030. Es para el logro de estos objetivos de mediano y largo plazo que, a su vez, el globalismo se plantea acabar con los nacionalismos que aún perviven o con aquellos gobiernos díscolos que se apartan, así sea muy levemente, de sus dictados. Desde esa matriz deberá comprenderse el análisis geopolítico de Soros en Munich.
En su disertación, el fundador de la Open Society Foundation se posicionó del lado de lo que viene llamando "sociedades abiertas", y en contra de las "sociedades cerradas", repitiendo el esquema dualista y simplista que viene proponiendo la administración de Joe Biden de "democracias" contra "autoritarismos". En el primer grupo ubicó al Occidente alineado con la OTAN, mientras que en el segundo agrupó a Rusia, Siria, la China de Xi Jinping (rescató positivamente la China del reformista Den Xiaoping), Irán, Bieolorrusia, etc. Mientras ocurre este enfrentamiento, "nuestra civilización corre peligro de colapsar por el avance inexorable del cambio climático", sostuvo.
El magnate financiero criticó duramente al actual gobierno de la India, ya que, en su opinión "Narendra Modi no es un demócrata", debido a sus tintes nacionalistas y al pragmatismo con el que se relaciona tanto con Rusia, comprando su petróleo, como con el mundo anglosajón. Otra dura advertencia recibió de su parte el presidente turco Erdogán, ya que "está comprometido activamente con ambos lados de la guerra de Ucrania", y no dudó en añorar un pronto cambio de gobierno tras el impactante terremoto que ya dejó más de 100.000 muertos: "La conmoción se está convirtiendo en ira en muchas áreas afectadas debido a la lenta respuesta del gobierno y al deseo de controlar todos los esfuerzos de ayuda". Sobre la tragedia reflexionó de manera sombría: "Esto no fue el destino".
Con respecto a la guerra de la OTAN contra Rusia en el escenario ucraniano, Soros acepta que Rusia está derrotando actualmente a Ucrania pero atribuye esto a las tropas privadas del grupo Wagner: "Wagner comenzó a ganar territorio. El ejército ucraniano ralentizó su avance, ya que estaba perdiendo más de cien soldados entrenados al día que no podía permitirse". Frente a esto, "la administración Biden está proporcionando a Ucrania las armas (defensa aérea, tanques y muchas municiones) que se necesitan para derrotar un ataque ruso y disuadir a los futuros". Y ve como un riesgo para esta estrategia un retorno de Trump en 2024 e incluso las mayorías republicanas en el Congreso de los EEUU: "Pero la oposición de la Cámara de Representantes liderada por los republicanos hace poco probable otro gran paquete de financiación bipartidista de EE.UU". Soros anhela "una victoria ucraniana" que "resultaría en la disolución del imperio ruso. Rusia ya no representaría una amenaza para Europa y el mundo. Eso sería un gran cambio para mejor. Traería un gran alivio a las sociedades abiertas y crearía tremendos problemas para las cerradas. En cuanto a China, Xi Jinping sería un perdedor obvio. Su estrecha asociación con Putin lo lastimaría".
A China le augura un cambio de gobierno: "La caótica forma en que Xi Jinping salió de Zero Covid sacudió la confianza del pueblo chino en el Partido Comunista bajo el liderazgo de Xi. La situación actual cumple todas las condiciones previas para un cambio de régimen o una revolución. Pero esto es solo el comienzo de un proceso opaco, cuyas repercusiones se sentirán en un período de tiempo más largo (…) El hecho es que estamos asistiendo a un proceso histórico en China cuya importancia no es muy apreciada".
Apostó fuertemente por una continuidad demócrata en los EEUU y hasta explicitó una posible estrategia de división del campo republicano: "Mi esperanza para 2024 es que Trump y el gobernador DeSantis de Florida luchen por la nominación republicana. Trump se ha convertido en una figura lamentable que lamenta continuamente su pérdida en 2020. Los grandes donantes republicanos lo están abandonando en masa. DeSantis es astuto, despiadado y ambicioso. Es probable que sea el candidato republicano. Esto podría inducir a Trump, cuyo narcisismo se ha convertido en una enfermedad, a postularse como candidato de un tercer partido. Esto conduciría a una victoria demócrata aplastante y obligaría al partido republicano a reformarse".
Por otro lado, el nuevo gobierno de Brasil recogió sus elogios, ya que considera central la gestión del Amazonas dentro del nuevo orden global de "emisiones netas cero": "Destaca Brasil. La elección de Lula a fines del año pasado fue crucial. El 8 de enero hubo un intento de golpe muy parecido al 6 de enero de 2021 en los EE. UU. Lula lo manejó con maestría y estableció su autoridad como presidente. Brasil está en la primera línea del conflicto entre sociedades abiertas y cerradas; también está en la primera línea de la lucha contra el cambio climático. Debe proteger la selva tropical, promover la justicia social y reactivar el crecimiento económico, todo al mismo tiempo. Necesitará un fuerte apoyo internacional porque no hay camino hacia cero emisiones netas si falla".
El húngaro, de nombre real Gyorgy Schwartz, reclamó imperiosamente "reparar (sic) el sistema climático", ya que, según manifestó, no basta con las medidas de "mitigación y adaptación" que se vienen proponiendo, las que "son necesarias pero no suficientes", y pidió actuar más radicalmente, incluso "creando nubes blancas muy por encima de la tierra" en una geoingeniería para enfriar al planeta. En su opinión, "estamos peligrosamente cerca de incumplir el límite de 1,5 grados establecido en el Acuerdo de París en 2015. Ya estamos en 1,2 grados y si mantenemos el rumbo actual, el calentamiento global llegará a más de 2,5 grados hacia 2070″, lo que "provocará una migración a gran escala para la que el mundo no está preparado".
Otra respuesta al "cambio climático" propuesta por Soros, es aumentar la financiación a los países, por parte de bancos supranacionales, a los fines de poder realizar su "transición energética". En la práctica, aumentar aún más la deuda de las naciones a cambio de comprar tierras para su forestación o conservación. "Debemos reorientar nuestras instituciones financieras internacionales, en particular el Banco Mundial, para centrarse en el cambio climático", fueron sus palabras. A pesar de que el anterior presidente del Banco Mundial, David Malpass, dispuso en 2021 un fondo de U$S 100 mil millones llamado Plan de Acción de Cambio Climático, para Soros no deja de ser un negacionista que no está a la altura de las circunstancias y celebró su anticipada renuncia, un día antes de su disertación en Munich.
A partir de este punto, cabe preguntarse cuál es el modelo de país con el que sueñan las élites globales que Soros representa. En un artículo publicado por el Foro de Davos en diciembre de 2022, titulado "Estos 8 países ya han logrado emisiones netas cero", se describe cómo sería el mundo post-transición.
-Bután: La agricultura de subsistencia, la silvicultura sostenible y el turismo constituyen el grueso de la actividad económica de Bután. Los parques nacionales protegidos dominan dos quintas partes de la geología del país, y están conectados por corredores de hábitat que permiten a la fauna moverse entre ellos, sin obstáculos humanos.
-Comoras: Es uno de los países más pobres del mundo, con una población de 800 000 habitantes densamente concentrada en las principales ciudades costeras de sus cuatro islas. Las bajas emisiones de la agricultura, la pesca y la cría de ganado, que representan aproximadamente la mitad de la economía del país, junto con la estricta protección medioambiental de casi una cuarta parte de la masa terrestre, respaldan su estatus neto cero.
-Gabón: Los bosques tropicales del Congo dominan el 88% de la superficie de Gabón, en África central. La ONU ha calificado a Gabón de modelo de conservación medioambiental.
-Panamá: Con una población de 4,5 millones de habitantes, alrededor del 65% de la superficie de Panamá está cubierta de selva tropical, y el Gobierno tiene previsto reforestar 50 000 hectáreas de tierra de aquí a 2050, reforzando así su condición de sumidero de carbono.
-Surinam: La pequeña nación amazónica de Surinam es uno de los países más ricos en bosques del mundo, con una cubierta forestal que cubre el 93% de su superficie. Los bosques de Surinam absorben miles de millones de toneladas de CO2 y mantienen una rica biodiversidad, lo que le ha llevado a formar asociaciones de créditos de carbono para compensar las emisiones y ayudar a preservar sus ecosistemas forestales.
-Niue: La diminuta isla coralina de Niue, situada en el Pacífico Sur, tiene una población local de unas 2000 personas, y muchas más viven en el extranjero. Las principales actividades económicas son la pesca, la agricultura y el turismo.
-Madagascar: Rodeada por el océano Índico, la isla de Madagascar se encuentra frente a la costa oriental de África y depende de la agricultura y la pesca para su principal producción económica.
-Guyana: Guyana es otro país rico en árboles, situado en la costa norte de Sudamérica y rodeado de selva amazónica.
Como puede verse, según este modelo anhelado por George Soros y el elitista Foro de Davos, el mundo pasaría a ser en su mayor parte áreas conservadas, la población humana vista como "un obstáculo", quedaría reducida a un mínimo, viviendo de agricultura de subsistencia y del turismo de aquellas poblaciones elegidas que quieran visitar estas regiones naturales.