LA MAFIA DEL PODER

LA MAFIA DEL PODER

Esta definición pronunciada desde el poder se aplica a todos aquéllos que de alguna manera no comparten la visión del poder, o sea, la "Mafia del Poder".

Se ha escuchado miles de veces durante la campaña, desde el naciente régimen y sigue actual. Se sigue calificando con este discurso al "opositor", al disonante y a todo aquél que ose no estar de acuerdo con los derroteros de la política en vigor.

Todo esto viene al caso por el contenido del Evangelio: "El trigo y la cizaña". Esta cizaña a que hace referencia el Evangelio de San Mateo es la ocasión en la que hacen alusión al "enemigo", que va por las noches a sembrarla junto al trigo.

Siempre ha sido así. El Evangelio hace referencia del enemigo, el diablo, que entorpece la labor del sembrador. Esta figura de la Parábola fue, es y será de una actualidad escalofriante ya que, en cualquier obra humana o divina, la cizaña se encuentra sembrada junto al trigo.

El misterio, es a todas luces, la libertad humana que no acata y se revela contra la Ley de Dios y trata siempre de entorpecer la labor del trabajo de Dios y de los hombres. En la actualidad, la aplican a todo aquel que de alguna manera está en desacuerdo con la imposición de las "mayorías". El trigo es figura de la semilla buena y la cizaña lo es del cardo espinoso que tiene a ahogar al trigo en su desarrollo.

Podríamos aplicar la figura de la cizaña a la "mafia del poder", en cualquier momento histórico de la vida política de la nación. La cizaña del actual régimen se la aplican a los simpatizantes del antiguo régimen neoliberal (PRIAN), y si fuera al revés, sería la izquierda radical de MORENA. Cada quién considera como cizaña al opositor que no comulga con sus ideas.

Pero creo que el verdadero sentido de la cizaña de la parábola se refiere al enemigo del alma, aquél que te induce a perder lo más valioso de cualquier persona, su destino eterno.

Aterrizando este escatológico concepto a la vida política-social de nuestra nación, es reducir el significado de la misma ya que el bien que aspira cualquier régimen es puramente mundano y transitorio. No tiene la connotación trascendente de la Parábola y sólo implica al poder político y al dinero. No por esto deja de tener una connotada realidad.

Aclarando el concepto, no hay que perdernos en la pasión política-económica del discurso, sino identificar correctamente su aplicación, esto es, definir con acierto el término cizaña para aplicarlo correctamente.

Cizaña, en el Evangelio, es la adicción demoníaca de rebelión al "poder" o mandato supremo de la Ley Divina, el pecado.

En la política actual, debe definirse como: "Toda iniciativa que vulnere la libertad, la seguridad, la propiedad del bien común. Esto es: legislar contra todo lo antes dicho, con mala fe, tratando de obtener un numerario a costillas del erario público en beneficio de una "idea" política, ocurrente o malsana para la sociedad -éste es el disfraz-.

Y cuando dos o más se asocian para lograr un "bien" compartido, se llama "mafia", y como éste se detenta desde el "poder", por consiguiente, lo llamamos "Mafia del Poder", muy común en el partidismo político.

Al menos, desde el México Independiente hasta el presente, no ha habido casos en que la "mafia del poder" no esté presente, en cualquier régimen político en México.

El ejemplo actual no es que haya o no haya mafia del poder, sino que una mafia ha reemplazado a otra, con la misma característica: el desprecio por el pueblo y contra el pueblo. El poder se sintetiza en aquel dicho desafortunado del Gobernador del Estado de México, que dijo: "Un político pobre es un pobre político". Esto lo sabíamos todos: pueblo, gobierno e instituciones, pero... nadie lo decía abiertamente, y como antes "el pueblo bueno" no tenía la sobreinformación (show) actual, prefería tener una visión sobrehumana del poder y sus integrantes eran huestes y ejemplo nacional... Pero la prensa indiscreta desde entonces empezó a "ventanear" a los políticos y sus bienes mal habidos, no por el esfuerzo de su trabajo sino por el despojo nacional.

Nadie ignora en la actualidad, el binomio infernal del poder: gobierno y delincuencia. No les ha bastado hacer negocios o robarse el dinero de los mexicanos, y se hicieron "empresarios" sin empresas ni chimeneas; se han forrado del dinero por el despojo de la nación. Es muy común de ver cómo se las gastan para justificar capitales que ni en cien años de ejercicio público hubieran podido adquirir. Es la nueva "Élite" que, sin esfuerzo empresarial, se han hecho millonarios de la noche a la mañana.

Al menos malo se le asigna aquel famoso dicho entre mexicanos: "Fulanito sí robó, pero... ¡cómo compartió!". O aquel otro del Presidente Municipal de un pueblo de Nayarit, que dijo sinceramente: "Yo sí he robado... pero poquito". ¡Ja, ja, ja! Es el colmo del cinismo y la ignorancia.

En México, el poder siempre ha estado corrompido; la diferencia con la actualidad es de cantidad, y no me refiero a la dimensión de lo robado sino a la cantidad de "servidores públicos" que integran el sistema. Aquí se aplica otro dicho, de un ilustre líder sindical: "Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error".

Así estás las cosas en México. Hace más de cincuenta años, la recaudación por concepto de impuestos era baja, el gobierno se mantenía con las empresas del Estado. En la actualidad, todo se lo han robado y ahora hay que esquilmar a los mexicanos vía impuestos, límites de invasión, dádivas, moches, infracciones, leyes, despojo, falsos testimonios, mentiras y discrepancia ideológica, embustes, etc., etc.

El único placer que nos queda a los mexicanos es la "esperanza" de... en la otra vida, en la eterna, ver a toda esta "mafia del poder" arder en el fuego de la Justicia divina, en el horno para la cizaña, atizada por el diablo, ¡al que vendieron su alma y que será su verdugo eterno!

Recuerden: la Mafia del Poder no se limita al ejercicio público del poder sino a todos sus tentáculos: narcotráfico, lavado de dinero, secuestro, despojo y lo más terrible, dejar sin trabajo al pueblo, en la ignorancia, sin comer y sin servicios.

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