POBRE PANGOLÍN III

¡ POBRE PANGOLÍN III !
(COVID-19)

Por J. M. C.

El COVID-19, que afecta a más de 100 países, responde a la apertura de China al mundo; en la última década los vuelos al gigante asiático han aumentado notablemente. Por la comunicación es que el COVID-19 se ha multiplicado.

Antes de la epidemia, nacía en China y en China se quedaba. Ahora sale de China y se convierte en Pandemia.

Su característica la definen como un virus RNA, o sea, que se adapta rápidamente a cualquier huésped, siendo su reservorio original en los animales salvajes.

En China se comen los pangolines, un mamífero en peligro de extinción y fue el primer sospechoso y responsable de la transmisión. Este simpático animalito, más parecido a un oso hormiguero, pero acorazado, corre el riesgo de extinción por la incomprensión y falta de información.

En China siempre ha habido Coronavirus que afectan el sistema respiratorio, pero éste se diferencia por su compuesto genético, ya que contiene virus de dos cepas diferentes: la del sarampión y la de las paperas, que es imposible que se den en la naturaleza y que supone que fue fabricado en un laboratorio de guerra. Es decir, es un arma bacteriológica diseñada para matar viejitos y diabéticos.

No se conocen estadísticas de lo anterior pero los jóvenes y niños menores de 18 años son inmunes al COVID-19. Sólo son susceptibles los mayores de 45 años con problemas cardiacos, diabéticos y fumadores con una carga de enfermedades crónicas -curiosamente los tres perfiles más costosos para los servicios de salud de las naciones-; los enfermos de cáncer y neurológicos no son sujetos de contagio.

Si comparamos el COVID-19 con el sarampión, éste posee un 30% de mortalidad contra el 2 ó 3 % del COVID-19.

La forma de transmisión de este coronavirus es por goteo, que se ha clasificado de la siguiente manera: gota chica, media y gota gorda. Esto quiere decir que, al estornudar, el virus COVID-19 está contenido en la gota media, y ésta tiene un alcance de 1 a 1.5 mts. (el ébola, por ejemplo, es gota gorda).

Hay que lavarse las manos constantemente y evitar toser sobre superficies. En lo que respecta a las mascarillas sólo las deben usar los enfermos; es absurdo su uso general. Se debe lavar las manos antes de tocarse boca, nariz y ojos -en éstos últimos el virus penetra por la esclerótica, el blanco de los ojos-. Las batas, gafas mascarillas y guantes sólo los deben usar los profesionales sanitarios. Recuerde mantener su distancia al sonido de un estornudo.

Por lo que respecta a la enfermedad -contagio-, se parece a una gripe, tos seca y poco moco, dolores musculares y el antecedente de viajes a lugares de la epidemia.

Una de las recomendaciones que hace la OMS, es que, en caso de sospecha de contagio, no se debe acudir a hospitales y llamar a un teléfono para que los expertos acudan a tomar muestras a su domicilio.

El período de incubación del virus es largo, de dos a tres semanas, pero su evolución es muy rápida. A las 48 horas después de presentar fiebre, es recomendable "entubar" al paciente.

Los enfermos que infectan a otros -los transmisores- por lo general desarrollan síntomas muy leves.

No hay tratamiento para el COVID-19; se trata como cualquier gripe y se utiliza el Paracetamol. ¡No olvide lavarse las manos!

El factor más peligroso de este COVID-19 es, sin duda, el pánico que se da a partir de declarar la epidemia y el miedo suele manifestarse en compras de pánico, de cubrebocas, gafas, guantes, así como acaparamiento de alimentos.

Si el COVID-19 llega a tu comunidad, observa las anteriores recomendaciones y evita el pánico. Mantente en casa y evita aglomeraciones. Sé "racional" con tus compras y ten alimentos almacenados por no más de tres semanas.

No te involucres en actos de rapiña y evita los grupos de vándalos que pueden surgir en tu entorno.

Más que una pandemia, el COVID-19 es una estrategia militar contra China y otros países que no colaboran con el Nuevo Orden Mundial. Es una guerra económica donde la especulación financiera está al orden del día, en beneficio de los amos del mundo.

Desde... la Conspiración. Según esta teoría, el COVID-19 es el resultado de la instalación de la Red 5G.

La ciudad de Wuhan ha sido el prototipo chino que sirve de modelo para esta tecnología. Esta red 5G, utiliza ondas de radiofrecuencia y la red está compuesta por una gran cantidad de antenas, -unas muy cerca de otras- para hacer efectivo la "internet de las cosas". Según la teoría de la conspiración, la multitud de antenas te expone a 400 veces más radiación que la Red 4G, y, según ellos, este bombardeo constante de radiación debilita el sistema inmunológico de los humanos y mata a las aves que se ven expuestas, y a los enfermos que ya traen un sistema inmunológico deprimido por la enfermedad.

De esta manera, el virus encuentra un terreno propicio para propagarse en los organismos aquejados por estas enfermedades, y ataca a los sectores más débiles de la sociedad: diabéticos, enfermos del corazón, organismos mal alimentados o fumadores con graves lesiones pulmonares.

Una de las entidades de los Estados Unidos que son el prototipo de la instalación de la tecnología 5G es Oregon, donde curiosamente es el lugar que más casos de coronavirus ha presentado en lo que va del 2020.

Así que ¡"aguas" con la quinta generación de comunicación inalámbrica! La 5G hará que los autos se conduzcan solos, a los robots que hagan sus tareas y a los humanos, freírse en el horno de microondas de la 5G.

¡Por lo pronto, Japón ya casi tiene lista una vacuna conta el COVID-19!

No olvides lavarte las manos y aboga por no exterminar al ¡pobre pangolín!