PROPIEDAD PRIVADA

PROPIEDAD PRIVADA

Por J. C. M.

Ante el zarpazo masónico de arrebatarnos la Patria, proclamamos al pueblo de México que: ¡No pasarán!...

¿Qué es lo que quiere esta secta infernal?... Arrebatarnos el vaso más no el contenido; quieren el territorio y sus riquezas, más no a las personas. Quieren los campos, sus empresas, su oro y su petróleo... el envase, el cuerno de la abundancia, quien matar a los mexicanos y dejar un pequeño número para hacerlos sus esclavos con el yugo puesto de su traición por la ambición perniciosa de poseer las riquezas.

Pero se les olvida una cosa... que lo que ellos ambicionan ya tiene dueño y es una persona muy poderosa, es la Virgen Gloriosa de Guadalupe quien es la dueña de las almas y de las cosas de los mexicanos. Esta tierra ya tiene dueña y no pasarán con el engaño y su mente maliciosa.

Quieren destruir y apropiarse del fruto y el trabajo de generaciones de mexicanos que han sufrido y trabajado por hacer un México digno y poblado. Pero en su ambición desmedida y por el odio al trabajo prefieren destruir que construir y con el engaño de la esperanza han convencido a los flojos y a los voraces de darles todo por los que no han trabajado.

El espejismo del reparto igualitario es el oropel con el que nos han engañado. Muchos se han apuntado al expolio de todo lo ganado en el pasado y con aplausos y vivas esperan el reparto.

Pero a México no se le arrebata lo que ha costado sangre, sudor y lágrimas en el pasado. Esta película ya la hemos vivido y al final, el epílogo siempre está del lado de los que han trabajado. Esta tierra está escriturada desde el momento mismo que la atisbaron desde la Nave Capitana, la Santa María; ya era un preludio de pertenencia, al arrebatarla los amos de España, al feroz imperio que la sangraba... Ahora estamos en una segunda versión.

La película la han remasterizado con las nuevas tecnologías y se ve a color la cruda realidad: la de un puñado de traidores que quiere entronizar de nuevo a los viejos demonios del pasado. Han habitado de nuevo el palacio del Huey Tlatoani Moctezuma Xocoyotzin y convertido por Cortés en lo que es hoy Palacio Nacional. Y ya entronizado en el corazón de México, el nuevo Baphomet reina con sus acólitos a las órdenes de las Logias.

Este nuevo demonio es el mismo del pasado, "el portador de la luz", que es el amo de la transformación. ¡Qué poco le queda de reinado! Porque la dueña de la nación viene a rescatar sus fueros y de nuevo será el fervoroso centro de la Nación Mexicana.

A Ella nadie le arrebata nada; Ella es la que arrebata y es la poseedora de las almas que cariñosamente le llaman "Madre". No tarda y viene el tiempo del rescate. A Ella no la paran con vallas de granaderos y soldados. ¡A México no se lo ganan!

Se irán las huestes de globalistas y traidores que se quieren apropiar de la posesión de la Princesa Celestial.

Sólo nos toca hacer nuestra pequeña parte: quitarnos la venda pegajosa que nos ha impuesto la 4ª. Transformación.

... ¡Que es de María la Nación...!


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