QUÉ SE ME HACE...

Por J. C. M.

¿No se les hace sospechoso el "Peje"?

Anda desaforado tratando de implantar la Agenda del Foro de Sao Paulo, y a la vez anda rompiendo un piñón con Trump.

¿Qué hay detrás de esta actitud? ¿Qué hay que no sabemos?

Una: o que su careta marxista es de mentis o pertenece a la logia nacionalista evangélica y trata de quedar bien con Dios y con el diablo... o en realidad es un corifeo del Tercer Templo sin el conocimiento y anuencia de George Soros.

Anda jugando con el copo y con el fuego.

Por un lado, su férrea defensa contra la voluntad de la IP y los gobernadores disidentes y, por otro lado, la manera servil de obedecer las consignas de Washington.

No hay que desconocer que a los gringos los mueve, no la amistad, pero sí el interés.

El mundo se debate por la supremacía de las ideas y Trump representa los intereses nacionalistas de la élite evangélica contra la idea globalista de la izquierda. Parece que les lleva la delantera y está a punto de consolidar su mirada, sólo faltan los resultados de noviembre. Por lo pronto, ya le propinó a Biden un baldazo de agua fría al acusarlo de "violador". Esperemos que congele a sus seguidores.

Por su parte, el discurso del "Peje" es más evangélico que de izquierda radical y algo se cocina en Palacio Nacional.

Quiere de todas formas caerle mal a los neo-liberales y éstos responden con amagos de romper el Pacto Federal. Si esto llegara a suceder y formar varios Estados a costillas de la República, no le vendrán nada mal a Trump ya que entre estos disidentes se encuentra la rica "Cuenca de Burgos", que comprende gran parte del Noroeste de México, dentro de los territorios norteños de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, que debido a la pearmibilidad de los lutitos, es el terreno ideal para fracturación hidráulica o Fracking.

Así las cosas, la futura "República del Río Bravo", sería explotada por los E.E.U.U. al convenir así a sus intereses. Esta balcanización de México es apoyada por el PAN que amaga con la "disociación fiscal" en estos tres estados para unirse a los estados sureños de Texas hasta California.

Esto justificaría la actitud de AMLO, que no cede ni un palmo para que avive la llama separatista.

¿Cuál sería en este reparto de la nación la parte que le tocaría al "Peje"?

Es obvio que al repartirse el botín, correspondería algo que llenaría todos sus sueños, el sureste de México. Si no, analicen sus grandes proyectos: Dos Bocas, el Tren Maya y la vía del Tren Transístmica de Salinas Cruz a Coatzacoalcos a través del Istmo de Tehuantepec.

Que viendo lo que se viene, trata de consolidar ese proyecto para erigirse en el Gran Tlatoani, contra la voluntad de los que no conocen sus más recónditos proyectos. Sólo así se explica que su postura "cerrada", terca y empecinada es para prender la mecha de la balcanización de la patria, y quedarse con los recursos minerales del sureste que contiene "Tierras Raras": uranio, petróleo, maderables y el 70% del agua del país.

Además, se convertiría en el redentor de sus amados pobres, la población indígena de la patria.

Nada descabellado y responde a la errática política de su gobierno.

¡El norte para los norteamericanos y el sur para la Cuarta Transformación!

¡Nos encantaría escucharte!

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