¡ UNA IGLESIA ESTRUJADA !

Por J. C. M.

Desde hace decenios, los promotores del Nuevo Orden Mundial se dieron a la tarea de estrujar a la Iglesia de Cristo, poniendo en entredicho su doctrina y su administración. Esto provocó que muchos colectivos perdieran el respeto a la Institución y pusieran en tela de juicio la doctrina, la Palabra y sus obreros.

Se desataron las ideologías anticristianas como si fueran autoridad y muchos regímenes ateos no pierden tiempo en descalificarla por supuesta injerencia política o daño moral. En muchos países se inició la persecución, y el Papado se vio inmerso en la descalificación.

Las hordas de Baphomet tomaron valor y declararon la muerte de Dios y de la Iglesia. Se infiltró el demonio en los Seminarios y en la jerarquía católica con el pretexto de poner al día a la milenaria institución.

Muchos Papas ha prevenido del peligro y se han pronunciado contra este poder. Desde los tiempos de León XIII se hicieron esfuerzos para poner en evidencia los obscuros entramados de esta conspiración.

Desde entonces se ha librado una guerra filosófica, teológica y militar para oprimir a los católicos, en los países cómplices del Cabal, promotores del Nuevo Orden Mundial.

En la actualidad, la situación es insostenible por el derrumbamiento del edificio moral de la Iglesia. Sin embargo, gracias a Dios, la fe de muchos pueblos aún sigue firme en contra de la marea revolucionaria surgida de las Logias masónicas para endurecer sus relaciones con los Estados.

Si a todo esto le sumas la promoción de ideologías para liberar a los pueblos de la moral católica, tenemos en la actualidad una generación que opina de la Sagrada Escritura como una serie de fábulas; sus mandamientos y doctrina como una manifestación opresora por el control de las conciencias; su código ético como una cadena oxidada que hay que romper. Todo anuncia la malquerencia del poder político-económico contra nuestra Santa Madre la Iglesia, y la gente, por comodidad se ha dejado influenciar por el odio del diablo a nuestro Creador... ¡Y todo con la bandera de la libertad!

La otrora Civilización Cristiana Occidental es sólo un recuerdo en la historia y, sus templos y monumentos insignia son considerados como muestras arquitectónicas, vacías de contenido moral y tristísimamente ... ¡se han transformado en hostales, hoteles, cafés, salas de música y discotecas! ... ¿No les da vergüenza ver que el esfuerzo más caro del pasado carece ya del espíritu que los engendró?

Así es; por ignorancia, pereza o conveniencia el pueblo de Dios, que siempre defendió con las armas la Iglesia de siempre, ahora presume con orgullo su cobardía para revelarse ante tanto desparpajo.

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